Te regalo todo lo que es mío, todo lo que me rodea. Lo que me hace felíz, lo que me agobia, lo que me molesta, todo en lo que creo y todo lo que quiero ser, tómalo. Es tuyo. Te regalo esos momentos que me hicieron llegar a mi hoy, con mis defectos y mis no-tan-defectos. Las palabras y sensaciones que se generan en mi alma, transformandose en canciones y en poesía, son tuyas. Mis fracasos, mis desilusiones, mis ganas de reírme, todo! TODO es tuyo. Porque últimamente todo eso se relaciona directamente con vos. Y aunque quisiera controlar este sentimiento desenfrenado que me lleva hacia vos todo el tiempo, todo eso que te regalo, seguiría siendo tuyo porque no soy yo quien decide. Mi lado izquierdo me tiene de rehén. No me rescates nunca.