jueves, 1 de septiembre de 2011

Hoy estaba cenando en casa, mientras veía Los Únicos, como todas las noches. En eso, empieza la escena en que Diego se está casando con Rosario y pantalla cortada por medio, la imagen de María llorando a mas no poder. Y pensé. Y lloré yo también. Mucho.
¿Por qué? Se preguntaran, amigas y amigos mios. Ya se que los que me conocen bien van a decir: Ay, shir.. vos siempre enganchandote con las telenovelas!
Pero no. Esta vez lo sentí como demasiado personal, me imaginé a mi en vaya uno a saber cuando (no saber cuando me pone peorrrrrrrrrr) en la misma situación.
Estoy enojada conmigo y con lo que me pasa, con el destino y con las falsas ilusiones que me gusta generarme siempre. Porque siempre ME hago lo mismo! Dejo que las ilusiones tomen vuelo con todo, llegan a lo más alto y ahi es donde caen para ya no levantarse mas. Porque el golpe es fuerte y duele, demasiado.

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